sábado, 8 de diciembre de 2012

OBRAS 2001 - 2005

El mundo al revés - de la serie los P.P.A. -2003 - 85 x 120 cm.
Cristo hoy I - 2002 - Lápiz y aguada - 60 x 90 cm.

Cristo hoy II - 2002 - Lápiz y aguada - 60 x 90 cm.

Dia de lluvia - 2003 - de la serie los P.P.A. - 105 x 95 cm.
Cielito lindo - 2004 - pastel y lápiz carbón - 165 x 130
Encuentros - 2002 - Tinta - 50 x 65 cm.
Amores Latinos - Tinta

Hombre tatuado - 2002 - Tinta - 55 x 75 cm.

La Gran Marcha - 2004 - Tinta y transfer - 105 x 200 cm.

La Pequeña cruz - 2003 - Lápiz - 100 x 70 cm.

La gran cruz - 2003 - Acrílico y Tinta - 165 x 125 cm.

Los hombres-guia - 2004 - Tinta - 140 x 130 cm.

Los reunidos - 2002 - pastel y tinta - 120 x 140
El dedo del patriarca - 2004 - Acílico y Tinta -  130 x 160 cm.
El Pensador en paisaje urbano - 2005 - Tinta y acrílico - 130 x 165 cm.


Los unos y los otros -  2003 - de la serie los P.P.A. - acrílico - 90 x 105 cm.
Vamos todavía I - 2002 - pastel y lápiz carbón - 125 x 155

Nocturno - 2003 - de la serie los P.P.A. - Esgrafiado - 85  x 120 cm.
Sombras nada mas  - 2003 - Acrílico-  de la serie los P.P.A. - 120 x 95 cm.
Vamos todavía II - 2002 - pastel y lápiz carbón - 125 x 155
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Otro dia de lluvia - 2003 - Lápiz - de la serie  los P.P.A. - 70 x 100 cm.
EL MAGO o EL QUE DEPOSITÓ DOLARES RECIBIRÁ DOLARES - Historieta - Tinta - 2005 - 77 x 100 cm.

El mago - Parte 1 - 2005 - 33 x 24 cm.

El mago - Parte 2 - 2005 - 33 x 24 cm.

El mago - Parte 3 - 2005 - 33 x 24 cm.

El mago - Parte 4 - 2005 - 33 x 24 cm.

El mago - Parte 5 - 2005 - 33 x 24 cm.

El mago - Parte 6 - 2005 - 33 x 24 cm.

El mago - Parte 7 - 2005 - 33 x 24 cm.

El mago - Parte 8 - 2005 - 33 x 24 cm.
El mago - Parte 9 - 2005 - 33 x 24 cm.
Ilustración para El Quijote I - Tinta - 2005

Ilustración para El Quijote II - Tinta - 2005

Ilustración para El Quijote III - Tinta - 2005
Ilustración para El Quijote IV - Tinta - 2005





Brunelda visita a Gregorio Samsa - 2005 - Tinta - 41 x 29 cm.



Prólogo del Libro "Brunelda" , historieta experimental en base al capítulo VII "Un asilo" de "ÁMERICA" de Franz Kafka. 


PRAGA – BUENOS AIRES
Elba Pérez / 2005


Hay mucho de quijotesco en el empeño recurrente de Raúl Ponce obstinado
en fusionar en el formato de la historieta su condición de dibujante y  de lector
contumaz. Antes se acercó a textos de Alejo Carpentier, Miguel Ángel Asturias
y Gabriel García Márquez. Hoy conocemos su versión de América de Franz Kafka
que trazó casi al mismo tiempo que El recurso del método del cubano Carpentier.
Permaneció inédito por años pero conserva intacta la tensión y frescura del momento
original. Se diría que la vigencia de la creación kafkiana se proyectó, por efecto
empático, a las nerviosas grafías del artista argentino.
Ponce no pretende ilustrar o glosar  el texto prestigioso. Pero aspira a metas más
ambiciosas. Pretende-nada menos- interpretar y recrear plásticamente a Kafka.
Y compartir meditaciones y gráfica con el público masivo del  lector de historietas.
En ese sector desatendido, y  subestimado con frecuencia  por los artistas, editores
y la crítica de arte que los ignora.
Ponce se postula como mediador que repare estas desencuentros. Asume el
compromiso desde la óptica del  “historietista experimental “ en el que conjuga
sus convicciones de hombre y de artista comprometido con su tiempo y circunstancias.
No es casual la elección del texto de Kafka .De América eligió un capítulo (Un asilo)
que resume  los insolubles dilemas que afronta Karl Rossmann, el protagonista.
La lectura de Ponce atraviesa la densidad conceptual y la textura
incisiva y diáfana del texto. Esta saeta disparada por la pluma  traza y revela
 –negro sobre blanco-  la tensión creadora que Raúl Ponce  comparte con el
escritor checo.
Cada cuadro obtura una situación oclusiva que se reiterará, cíclicamente, con
 variantes de creciente asfixia existencial. Es sólito establecer analogías entre el
 pensamiento premonitorio  de Kafka y las peripecias  históricas de los argentinos
del siglo XX. La creación de Kafka y la realidad vernácula comparten atmósferas
enrarecidas, inútiles emprendimientos, ambiguos protagonistas y circunstancias
que oscilan entre la tragedia y el grotesco. Circula entre nosotros un dicho que
afirma que de haber sido argentino Franz Kafka habría sido un escritor costumbrista.
La elección  y la relectura plástica de Ponce confirman  tácitamente  el acierto de
la afirmación anónima.
Raúl Ponce se hace cargo de tantas responsabilidades desde  la complejidad creadora
del artista plástico que, en la ocasión, asume el papel de historietista experimental.
La postura le exige seleccionar, escoger diálogos significativos interpretándolos
desde el  lenguaje gráfico que en Ponce se crispa en línea dinámica, claroscuros
generados por el cruce de la miríada de grafismos o del juego del blanco del
papel y la incisión definitoria, inapelable, del grafismo en tinta negra.

Los cánones del lenguaje de la historieta se respetan en la versión de América
operada por Raúl Ponce. Establecen también  líneas divergentes de la norma
gráfica que concurren a la acentuación de los contenidos expresivos. Habrá que señalar
que el humor de Kafka se recarga, en la lectura de Ponce, de intensidades sofocantes,
que convierten en laberintos insalvables las peripecias dramáticas de la  imago mundi
implícita en la metáfora que Kafka plantea en América

Muchos años transcurrieron  entre la obra de Kafka, su interpretación por un
artista argentino y la edición que pone ambas poéticas al acceso  menos
irrestricto del usual al lector o  concurrente a las galerías de arte. La ética
del proyecto de Ponce, la belleza de su logro plástico no compensará  las
injusticias más bíblicas que kafkianas que laten en América de Franz Kafka

El discurso gráfico de Raúl Ponce prohíja el desacato artístico y conceptual
ante los destinos supuestamente  manifiestos que atan la condición humana
al sometimiento o la desdicha por decreto de cualquier abusivo designio
divino, humano o político.

Estos contenidos gravitan sobre Brunelda, ése capítulo que prefigura la
encerrona existencial de los argentinos que Raúl Ponce desovilla con
la tensa elocuencia de su línea, voz y evidencia de  postura humanista.
                                                                                       
 

El baño de Brunelda  - 2005 - Esgrafiado - 41 x 29 cm.

Brunelda y Kafka -  - 2005 - Tinta - 41 x 29 cm.

El largo adios - 2005 - Esgrafiado - 41 x 29 cm.

La Mudanza de Brunelda - 2005 - Esgrafiado - 29 x 45 cm.
La joven Brunelda - 2006 - Esgrafiado - 35 x 35 cm.

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